La Terapia con Magnetofield debe aplicarse lo antes posible en casos de fracturas y huesos y cartílagos lesionados, preferiblemente tras la intervención médica. Las fracturas óseas pueden ser tratadas incluso a través de la escayola o los vendajes, gracias a que los campos magnéticos pulsantes son capaces de atravesar toda clase de materiales.
En este tipo de patologías está muy reconocido y demostrado el efecto de la magnetoterapia al favorecer la osteogénesis y regenerar los tejidos:
-aporta un deseado efecto analgésico en todos los casos, aliviando el dolor postaccidental.
-la absorción de edemas es muy rápida.
-alivia los síntomas inflamatorios.
-mejora la microcirculación.
Sus efectos, incluso, estimulan y aceleran el proceso curativo de los huesos y, también, de los tejidos blandos afectados, posibilitando una rehabilitación más intensa y de mejor calidad.
La terapia también está indicada en caso de curación complicada de fracturas que no habían evolucionado satisfactoriamente en un período de 1 a 3 años. Tras la correspondiente intervención quirúrgica se acorta el período de recuperación y los resultados son excelentes.
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