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ARTROSIS GENERALIZADA - ARTROSIS LUMBOSACRAL |
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones y produce el desgaste del cartílago.
La erosión del cartílago articular provoca la alteración del cartílago articular del hueso opuesto de la propia articulación que, a su vez, comienza a sufrir el mismo proceso. Así, llega un momento en que los cartílagos pueden desaparecer y se produce el dolor. Aun sin llegar a esta situación, y a medida que desaparece el cartílago, el hueso reacciona y crece por los lados (osteofitos), produciendo la deformación de la articulación.
A medida que avanza la enfermedad, el dolor se va haciendo más continuo y el deterioro muscular coarta gravemente los movimientos de la articulación, cada vez más rígida.
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Efectividad analgésica del campo magnético de baja frecuencia e intensidad en pacientes afectados de dolor por artrosis |
La Terapia con Magnetofield está altamente recomendada y, más aún, en combinación con sustancias nutritivas importantes para la nutrición de las estructuras de las articulaciones (ligamentos y cartílagos).
Después de unas cuantas sesiones, se calman o desaparecen por completo los dolores. Un uso prolongado también inicializará la regeneración de los cartílagos y mejorará la movilidad.
Los cartílagos y ligamentos de las articulaciones carecen de perfusión directa, pero su nutrición es asegurada por el líquido sinovial. La magnetoterapia puede acelerar los procesos metabólicos en ellos y, al mismo tiempo, acelerar la curación de las estructuras afectadas, siendo también muy recomendada su aplicación para los casos de reemplazo articular (endoprótesis), aligerando la curación y mejora de las lesiones e impidiendo que surjan complicaciones.
A largo plazo es eliminado el posible deterioro de la articulación, desaparecen los dolores y el cuerpo acepta mejor el implante realizado. Sin embargo, comenzando a tiempo con la terapia, el implante de endoprótesis no tiene que ser absolutamente necesario.
Están documentados muchos casos por mejoras en la artrosis de tercer grado y por supresión, y hasta desaparición, de los dolores por la artrosis de cuarto grado. Es necesaria una aplicación prolongada de magnetoterapia.
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