Un efecto importante de la Terapia con Magnetofield es su capacidad para el estímulo trófico del hueso y del colágeno, efecto ligado a la producción local de corrientes de muy débil intensidad, por el mecanismo de la piezoelectricidad o magnetostricción.
La magnetoterapia contribuye a la fijación del calcio en el hueso, por lo que es muy recomendable en pacientes con osteoporosis, general o localizada, síndrome de Sudeck, retardos de osificación y seudoartrosis.
Además, influye rápidamente en la disminución del dolor, gracias a dos mecanismos:
1.- Acción directa sobre la estructura ósea.
2.- Influencia que ejerce sobre la musculatura paravertebral por su papel de sostén.
Numerosos estudios demuestran las bondades del campo magnético en pacientes con fallo en la consolidación de fracturas e, incluso, pacientes operados en varias oportunidades por fracaso de injertos óseos, muchos de los cuales con osteomielitis y supuración por largos meses.
Los campos magnéticos estimulan la producción de colágeno, lo cual es de interés tanto en los procesos de cicatrización como para la prevención del envejecimiento de la piel.
Aplicando campos magnéticos a cultivos de condroblastos, se ha observado un aumento en la síntesis del colágeno; además, incremento en la conversión de 3H-prolina en 3H-hidroxipolina, en cultivos de células óseas embrionarias, expuestas a la acción del campo magnético.
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