Inflamación del tejido óseo, tanto cortical como medular (inflamación de la médula ósea), resultado, en la mayoría de casos, de una infección bacteriana en la corriente sanguínea, que se propaga al hueso.
Suele afectar a huesos largos como el fémur o el húmero y a las vértebras de la columna.
Son más propensas a desarrollar esta enfermedad las personas con un sistema inmunológico debilitado, desde bebés y niños hasta adultos.
Los síntomas pueden incluir: fiebre, irritabilidad, hinchazón, rigidez, calor y enrojecimiento de la zona afectada.
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